Pese a llevar la palabra cannabis en el nombre, los cannabinoides sintéticos no tienen nada que ver con la marihuana en lo que se refiere a su composición. No obstante, este nombre se debe a que, al igual que el cannabis, también interactúan con los receptores de la marihuana en el cerebro y sus efectos son parecidos.
La ketamina es un anestésico utilizado en medicina y veterinaria que hace años que se consume también de forma recreativa. Puede producir alucinaciones y relajación. Popularmente, la ketamina también es conocida como “special K” y puede encontrarse como polvo, líquido, cristales, pastillas o cápsulas.
Las drogas inteligentes se llaman así porque, presumiblemente, son capaces de ampliar funciones cognitivas tales como la atención, la concentración, la memoria, la capacidad de aprendizaje, el razonamiento lógico o la resolución de problemas. No obstante, la característica principal de este tipo de sustancias es su capacidad para imitar a compuestos psicoactivos.
Normalmente los hábitos de drogadicción surgen como consecuencia de una serie de situaciones previas que predisponen a ella. En este sentido, existen varias causas que pueden llevar a una persona a volverse adicta a las drogas como por abuso de medicamentos bajo prescripción médica o para aliviar situaciones de estrés.
El Speed es un sulfato de anfetamina perteneciente a la familia de las fenetilaminas. Es la droga de síntesis más consumida después del MDMA y también una de las sustancias cuyo consumo más ha crecido entre los jóvenes. Uno de los principales efectos del consumo de speed es el aumento de dopamina en el cerebro. Esto provoca una estimulación y sensación de euforia por parte del usuario.
Dependencia y adicción son estadios distintos en los que puede encontrarse una persona que abusa del consumo de una o varias drogas. Una persona con dependencia a una droga seguirá teniendo el control de los diferentes ámbitos de su vida. En cambio, si se vuelve adicto perderá ese control.
Un consumo de drogas prolongado en el tiempo puede llegar a tener consecuencias muy negativas para el organismo y el sistema nervioso. En el caso del sistema nervioso, se ha visto cómo las drogas producen cambios funcionales y neuroquímicos en el cerebro además de causar otros problemas.
De todas las drogas que se consumen en el mundo, la cocaína es una de las más populares. Los efectos que produce en el organismo a largo plazo pueden ser muy peligrosos, además de tratarse de una de las drogas más adictivas que existen. En este proceso de degradación personal, la sustancia de deseo se convierte en el objetivo principal para el consumidor.
Las drogas alteran el organismo provocando, en la mayoría de los casos, grandes cambios en la capacidad natural de dormir. Entre otras cosas, esto hace que el sueño pierda sus propiedades naturales para recuperar energía. En función de la droga, el sueño se verá más o menos afectado, pero, en cualquier caso, esto puede llegar a complicar y mucho la vida de quien lo padece.
El ejercicio físico puede ser un complemento muy eficaz en el proceso de superación de una adicción. Hacer ejercicio también libera endorfinas, lo que hace que el paciente tenga la misma sensación de euforia producida por un producto químico o por la sustancia que crea adicción.