Anfetaminas

Anfetaminas

Disparan el riesgo

Las Anfetaminas, ambién conocidas como speed, estimulantes, elevadores o «anfetas», son sustancias de doble cara. El uso sin criterio, como diversión o para mejorar el rendimiento, además de ilegal lleva a una degradación de quien las toma porque su asimilación y efectos son los de las drogas ilegales que causan adicción. Y que puedan tener un uso legal en Medicina para tratar ciertas enfermedades como el trastorno de hiperactividad o THDA, empeora la situación porque son relativamente fáciles de conseguir, lo que hace más difícil dejar las anfetaminas.

Los síntomas que producen son fácilmente reconocibles

  • Gran animación, sensación de euforia

  • Impresión subjetiva de claridad mental

  • Autoafirmación, sensación pasajera de seguridad en uno mismo

  • Aumento de energía

Aparentemente, la relación de características es positiva. Sin embargo, no responden a cambios duraderos, interiorizados por la persona. Como con toda sustancia adictiva, un consumo sin control adecuado puede generar dependencia. Con la dependencia, la realidad pasa a quedar condicionada al consumo. Es más, perdemos la realidad del día a día y lo que inicialmente parecía servirnos para agudizar los sentidos y darnos poder, pasa a entorpecer y poner obstáculos.

Anfetaminas y Metanfetaminas

Son dos sustancias estimulantes que causan parecidos efectos. Se podría decir que la Metanfetamina es aún más peligrosa, ya que genera adicción de forma más rápida que las mismas anfetaminas. Los efectos secundarios son similares en los dos casos e incluyen temblores, insomnio, aceleración cardíaca, boca seca, mareos y visión borrosa.

Muchos empiezan a consumir anfetaminas porque creen experimentar una mejora en su rendimiento intelectual y físico: para hacer frente a épocas de mucho trabajo, a exámenes, a cualquier actividad a la que no se llega.  Pero esas falsas ayudas acaban torpedeando la vida normal de la persona, de la familia y, claro, cualquiera que sea la actividad que se quería desarrollar, estudio o trabajo.

Dejar las Anfetaminas o la Metanfetamina genera síndrome de abstinencia y el apoyo profesional es muy necesario para facilitar el proceso de deshabituación y llegar a la recuperación que se desea.

Te lo decimos en serio, llámanos y te ayudaremos.

“Estuve perdido, no sabía para dónde tirar, pero gracias a ellos y con esfuerzo vi la luz al final del túnel.”

SG

“Yo no tenía vida. Solo aspiraba a eso. Tener una vida normal. A alguien que empezará yo lo único que podría decirle es que merece la pena pasarlo mal en tratamiento, de vez en cuando, para tener una segunda oportunidad.”

EF • Alcohólica

“Mi vida era un caos, hasta k ingrese aquí, ahora  no cambiaría un día malo  d los d ahora por uno bueno d los d antes.”

JRP • Adicto a las drogas

“Si te dejas guiar los resultados son una vida que merece la pena.”

IC • Ludópata

“Recuperar la vida que perdí merece todo la lucha que he hecho y sigo haciendo.”

JI • Ludópata

“Nunca admití que necesitaba ayuda aunque en el fondo lo sabía, ellos me abrieron los ojos.”

JMO • Adicto a la marihuana

“Lo pasé muy mal, pero logré dejar las benzodiacepinas.”

AP • Adicto a las benzodiacepinas
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