Apoyo a las Familias
Tener una persona con adicción en la familia suele provocar un conflicto profundo y continuo. También la familia necesita de ayuda para entender la enfermedad que, en muchos casos, genera una destrucción de la unidad familiar.
El paciente adicto sufre adicción y sus familiares, preocupados por su situación, implicándose en decisiones y responsabilidades que no son realmente suyas, acaban padeciendo coadicción. No porque compartan el hábito de la persona adicta, sino porqué quedan condicionados en su estabilidad emocional a lo que hace el adicto. Por eso es importante para nosotros el apoyo a las familias.
Disponemos de diferentes ayudas a las familias coadictas
La coadicción es un problema frecuente en la salud emocional de las personas. Afecta de manera importante a las relaciones padres/hijos o hijos/padres y también las de pareja y otros familiares en un primer momento, así como a las relaciones de amistad o laborales.
El coadicto centra la mayor parte de su vida en el adicto, él es su prioridad, pasando por delante de su propia vida.
El coadicto puede sufrir de ansiedad, tristeza, enfado, confusión y trastornos psicosomáticos entre otros síntomas, debido a la fuerte dependencia emocional establecida y llevar una vida tormentosa al lado de un enfermo adicto. Pensamientos del tipo «quizás es culpa mía» o «no hago todo lo que puedo para apartarle de la adicción» son habituales.
Además de tratar a los pacientes, se deben restablecer de nuevo los vínculos sanos entre familiares.
«Cuando empecé a asistir a las sesiones, mi experiencia cambió. Me di cuenta de que a otros les pasaba lo mismo que a mi y tenían la esperanza de que conseguirían dejar la adicción».
