Las terapias grupales son una herramienta fundamental en el tratamiento de las adicciones. Estas sesiones terapéuticas ofrecen un espacio seguro y de apoyo donde los participantes pueden compartir sus experiencias y recibir comentarios constructivos. Las terapias grupales ayudan a superar el aislamiento social y también fomentan la empatía y el apoyo mutuo entre los participantes. Son una práctica esencial para la recuperación.

Dirigidas por un profesional, se centran en abordar los aspectos emocionales y conductuales de la adicción, proporcionando estrategias efectivas para afrontar y superar la enfermedad.

Qué es la terapia grupal en adicciones

La terapia grupal en adicciones se caracteriza, principalmente, por reunir a personas con problemas similares para que compartan sus experiencias y se apoyen mutuamente en su proceso de recuperación.

Otras de sus características más importante son:

  • Personas con adicciones similares

Un terapeuta guía la sesión con un pequeño grupo de personas con adicciones similares. Cada miembro del grupo comparte sus preocupaciones y experiencias, lo que fomenta la empatía y la comprensión mutua. Así, la persona adicta se siente acompañada durante todo su proceso de recuperación y le ayuda a darse cuenta que no está sola ni es la única que sufre esta enfermedad.

  • Estrategias adecuadas para afrontar el problema

Durante las diferentes sesiones de la terapia grupal, los participantes aprenden y practican estrategias adecuadas para enfrentar la adicción que puedan estar sufriendo. Estas estrategias incluyen técnicas concretas como habilidades para la vida del día a día. Entre ellas encontramos el reconocimiento y la aceptación, establecer metas y motivación, identificar y evitar desencadenantes, adoptar un estilo de vida saludable o celebrar los logros y aprender de los errores, entre otras.

  • El grupo como componente de cambio

El grupo actúa como un agente de cambio, facilitando el aprendizaje de conductas saludables a través de modelos adaptativos, entrenamiento en habilidades y manejo de contingencias. Es decir, la presentación contingente o apartamiento de los reforzadores y estímulos aversivos que suceden a determinadas conductas. En este caso, se trata de retirar todo lo que lleve al consumo de cierta sustancia o a la realización de una conducta concreta, situaciones que prolongan y favorecen la adicción.

  • Cambio de los patrones de pensamiento y negatividad

La terapia se enfoca en modificar patrones de pensamiento negativos y en promover la adquisición de valores positivos. Los participantes aprenden a identificar y manejar emociones y situaciones de riesgo para el consumo, y ponen a prueba sus nuevos conocimientos en salidas programadas que sirven para verificar y reforzar sus progresos.

Cómo se trabajan las terapias grupales

Las terapias grupales se desarrollan en cuatro fases, cada una con objetivos y dinámicas específicas:

        1. Estadio inicial o de orientación

En esta fase, se establece la confianza entre los participantes y el terapeuta. Se explican las normas de la terapia y se familiarizan con la dinámica del grupo. Los asistentes pueden sentir ansiedad e inseguridad por el miedo de exponerse y ser rechazados por los demás participantes, pero gradualmente se construye la aceptación y la confianza.

        2. Estadio de transición

En esta fase, los participantes pueden tener dudas sobre los beneficios de la terapia y sentir miedo a exponerse. Incluso, pueden llegar a dudar de la autoridad del terapeuta. Sin embargo, a medida que comparten sus problemas, la ansiedad disminuye y se comienza a generar la confianza necesaria para avanzar hacia las siguientes fases del proceso de recuperación de la adicción.

        3. Estadio de trabajo

Los participantes reconocen que son responsables de sus vidas y aprenden a ser parte del grupo mientras mantienen su individualidad. Se genera confianza y aceptación, y el terapeuta evita los juicios y etiquetas entre los distintos participantes, promoviendo una dinámica fluida y transparente. Además, empezarán a aceptarse entre ellos, aumentando la libertad de expresión y empezando a desarrollar un vínculo entre los presentes.

        4. Estadio final o de consolidación

Se lleva a cabo una recapitulación de toda la terapia, destacando los avances conseguidos hasta el momento. Los participantes pueden sentir tristeza y temor al enfrentar su conflicto fuera del grupo, pero ahora cuentan con las herramientas necesarias para hacerlo y conseguirlo.

Qué tipo de terapia requiere un adicto

Existen varios enfoques terapéuticos que pueden ser útiles para tratar las adicciones. La elección del tipo de terapia depende de las necesidades específicas del paciente y la naturaleza de su adicción. Asimismo, estos enfoques, utilizados de manera individual o combinada, ofrecen un marco sólido para el tratamiento de las adicciones, ayudando a los pacientes a construir una vida más saludable y equilibrada.

  • Terapia conductual

La atención en este tipo de terapias se centra en cambiar el comportamiento adictivo mediante el uso de técnicas de refuerzo positivo y negativo. El objetivo principal es cambiar los malos hábitos del paciente y sustituirlos por comportamientos más saludables. Además, se trabaja para reconocer y gestionar los desencadenantes de las conductas adictivas, ayudando a los pacientes a desarrollar estrategias efectivas para evitarlas y combatirlas.

  • Terapia cognitivo-conductual

Ayuda a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos que contribuyen a su adicción. Este enfoque combina técnicas de terapia cognitiva, destinadas a cambiar pensamientos y creencias disfuncionales con técnicas de terapia conductual, que se centran en modificar conductas problemáticas. La TCC enseña a los pacientes a reconocer las distorsiones cognitivas que causan su adicción, a cuestionar y transformar estos pensamientos y a desarrollar habilidades prácticas para afrontar estas situaciones estresantes y de alto riesgo.

  • Terapia motivacional

Se centra en aumentar la motivación del paciente para cambiar conductas adictivas y comprometerse con el tratamiento. Utiliza técnicas de entrevista motivacional, que son estrategias terapéuticas destinadas a mejorar la motivación interna del paciente. Este enfoque es especialmente útil para pacientes que pueden mostrarse ambivalentes respecto al cambio. El terapeuta trabaja para resolver este conflicto, ayudando al paciente a identificar razones personales para el cambio y fortaleciendo su compromiso con el proceso de recuperación.

  • Terapia psicodinámica o interpersonal

Explora las relaciones interpersonales y los conflictos emocionales que pueden contribuir a la adicción. Este enfoque se basa en el supuesto de que los problemas emocionales subyacentes y las experiencias pasadas no resueltas pueden influir en el comportamiento adictivo. Los terapeutas ayudan a los pacientes a comprender y procesar estas emociones y conflictos, reconocer patrones recurrentes en las relaciones y desarrollar una mayor conciencia de sí mismos. Al abordar estos aspectos emocionales y relacionales, los pacientes pueden encontrar formas más saludables de afrontar las emociones y mejorar las relaciones interpersonales, lo que puede reducir la necesidad de recurrir a sustancias o conductas adictivas.

Beneficios de las terapias grupales en adicciones

Las terapias grupales ofrecen numerosos beneficios que pueden ser cruciales en el proceso de recuperación de la persona adicta.

  • Sentirte reflejado

La terapia de grupo es una oportunidad para escuchar experiencias y pensamientos similares a los de los pacientes, ayudándolos a sentir comprensión y empatía. Además, comunicarse con personas en situaciones similares ayuda a los participantes a sentirse identificados y apoyados. Este entorno promueve la identificación con los demás y un sentido de pertenencia, lo cual es importante para las personas que a menudo se aíslan debido a la adicción. Al mismo tiempo, también ayuda a reconocer la adicción, a que se tiene una enfermedad y que no depende de las elecciones personales.

  • Mejora la autoestima

Los pacientes tienen una creencia generalizada de que lo que les está pasando es algo especial, una situación excepcional, lo que empeora la percepción del problema y aumenta la ansiedad. Por eso, compartir experiencias comunes en un entorno seguro y sin prejuicios ayuda a reducir la ansiedad y la vergüenza relacionadas con la adicción. Esto, a su vez, aumenta la autoestima y la confianza. De igual forma, en la terapia de grupo la selección de los participantes es muy importante, por lo que se realiza tras un examen previo y en base a los síntomas. De esta manera, todos los miembros del grupo estarán pasando por situaciones similares, lo que ayudará a que cada uno se sienta menos solo en su adicción.

  • Mejora las relaciones interpersonales

La empatía y el compañerismo que se desarrollan durante las sesiones grupales ayudan a construir vínculos fuertes entre los participantes. Esta red de apoyo es esencial para mejorar las relaciones interpersonales y brindar un sentido de comunidad y apoyo continuo, haciendo que el proceso de recuperación sea más efectivo y placentero.

Intastur, tu aliado en la recuperación

En Intastur, entendemos lo desafiante que puede ser enfrentar una adicción, por eso hemos desarrollado terapias grupales que fomentan un ambiente de apoyo y comprensión. También contamos con los mejores profesionales, por si se está experimentando un proceso de adicción al consumo de sustancias o conductual. No lo pienses más y contáctanos hoy mismo. Porque nosotros seremos tu aliado en la recuperación hacia una vida libre de adicciones.

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