Hay que ser consciente de que el policonsumo está más extendido de lo que puede parecer y los problemas que causa, también. Tendemos a identificar una situación de adicción con una sola substancia y, sin embargo, la realidad es que la persona afectada busca un estado determinado: euforia, olvido, disminución de la ansiedad… y acaba usando y luego dependiendo de cualquier medio que parece ofrecérselo.

La combinación de drogas acelera y amplifica en muchos sentidos los efectos destructivos de cualquier adicción: efectos neurotóxicos, deterioro de la función cognitiva y la memoria, así como daños psicológicos: ansiedad extrema, paranoia, psicosis y comportamientos impulsivos o violentos. Las implicaciones a corto y medio plazo son numerosas.

policonsumo mefedrona

Peligros de la mefedrona si se mezcla con otras sustancias.

La mefedrona es un tipo de droga que pertenece a un grupo de sustancias con efectos estimulantes. Se presenta en polvo o en estado sólido, en cristales transparentes o amarillentos. Su popularidad creció entre 2007 y 2009 en Europa por tener efectos estimulantes parecidos a los del MDMA y por su fácil acceso en Internet como en Legal High.  Tras un auge en su consumo la prohibieron en 2011 y, desde entonces, es una sustancia ilegal que se encontrará solo en mercados no regulados.

El uso de la mefedrona puede ser por vía oral, intrarectal o inyectada, siendo las más habituales la esnifada y la oral. La más arriesgada, con diferencia, es la vía intravenosa, ya que la sustancia llega directamente  a la sangre, sin ningún filtro.

Entre sus principales peligros se encuentran la hipertensión arterial, el intenso deseo de seguir consumiendo (craving), la tensión mandibular, ansiedad, sudoración y aumento de la temperatura corporal, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y taquicardia. También produce efectos de “bajada” muy acusados con depresión, cansancio, desmotivación, debilidad que puede durar días, ansiedad e insomnio. Aspirar la droga por la nariz, como en el caso de otras substancias, irrita las fosas nasales.

En los casos más tóxicos y graves ingerir la sustancia puede provocar hipertermia severa, arritmias cardíacas, dolor de pecho, convulsiones, mareos, calambres, entumecimiento y amoratamiento de las extremidades, enrojecimiento de las articulaciones, dejar de sudar y dificultades para orinar.

¿Qué pasa si se mezcla con otras sustancias?

Cuando se consume mefedrona, el riesgo de efectos adversos aumenta si se mezcla con otras sustancias, legales o ilegales. La combinación de diferentes drogas tiene efectos impredecibles y a menudo peligrosos. A continuación, explicaremos algunas de las sustancias más comunes con las que los usuarios mezclan mefedrona y los riesgos asociados.

1. Mefedrona y Alcohol

Es frecuente que el alcohol se combine con otras sustancias, ya que el consumo y con él muchas adicciones empiezan en noches de fiesta o rave, en ambientes más propensos al consumo irresponsable. El alcohol es una de las sustancias más comúnmente consumidas en combinación con la mefedrona. A menudo los consumidores confunden el efecto de sedación que experimentan con el alcohol con la “compensación” a la estimulación que puede ofrecer. En realidad, la combinación estresa aún más el organismo y aumenta los riesgos de sufrir complicaciones graves.

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, mientras que la mefedrona es un estimulante. La mezcla de estas dos sustancias crea un efecto contradictorio en el cuerpo. Como el alcohol mitiga algunos de los efectos percibidos de la mefedrona, el usuario consume mayores dosis para obtener el mismo efecto eufórico. Por supuesto, este patrón aumenta significativamente el riesgo de sobredosis de mefedrona.

Además, el alcohol puede enmascarar también los síntomas de intoxicación de la mefedrona, lo que dificulta que el usuario se dé cuenta de su peligroso estado. Esto puede resultar en una ingesta excesiva de mefedrona y en otros efectos secundarios peligrosos como daño cerebral, o arritmias cardíacas pudiéndose producir la muerte.

2. Mefedrona y opiáceos como la heroína o el fentanilo

El uso de mefedrona en combinación con opiáceos, como la heroína o el fentanilo, es extremadamente peligroso. Mientras que la mefedrona actúa como un potente estimulante, los opiáceos son depresores del sistema nervioso central que ralentizan la respiración y la función cardíaca.

Cuando se combinan estas sustancias, los efectos de la mefedrona pueden enmascarar los de los opiáceos, lo que lleva a una mayor ingestión. Esto puede aumentar el riesgo de depresión respiratoria severa, lo que podría llevar a la asfixia y la muerte. La mefedrona también aumenta la liberación de dopamina en el cerebro, lo que puede intensificar los efectos eufóricos de los opiáceos, generando un ciclo de consumo peligroso que puede resultar en una sobredosis.

3. Mefedrona y cocaína

La combinación de mefedrona y cocaína aumenta considerablemente los efectos estimulantes sobre el sistema cardiovascular. Ambas sustancias incrementan la liberación de dopamina, lo que produce una intensa sensación de euforia. Al mismo tiempo pone bajo una presión extrema al corazón, aumentando la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que incrementa el riesgo de sufrir un ataque al corazón, un derrame cerebral o una arritmia cardíaca.

Además, la mezcla de mefedrona y cocaína puede provocar una sobrecarga en el sistema nervioso central, causando ansiedad extrema, paranoia y psicosis. Los usuarios pueden sentirse desorientados o desconectados de la realidad, lo que puede llevar a comportamientos impulsivos o violentos.

4. Mefedrona y anfetaminas

Mezclar mefedrona con otras anfetaminas, como la metanfetamina o las anfetaminas legales, también puede ser muy peligroso. Las anfetaminas aumentan la liberación de dopamina y noradrenalina en el cerebro, lo que aumenta la actividad cerebral y genera euforia. Al combinarla con mefedrona, que también actúa sobre los mismos neurotransmisores, se incrementan los efectos estimulantes, lo que puede tener consecuencias fatales.

El aumento de la liberación de neurotransmisores en el cerebro también puede generar un agotamiento neuronal, lo que puede llevar a problemas de memoria a largo plazo y dificultades cognitivas. Además, la sobrecarga del sistema cardiovascular puede provocar un daño irreversible en los vasos sanguíneos y el corazón.

5. Mefedrona y benzodiacepinas

El uso de benzodiacepinas – como el diazepam o el alprazolam – en combinación con mefedrona también es peligroso. Las benzodiacepinas son sedantes del sistema nervioso central, que se utilizan principalmente para tratar la ansiedad y el insomnio. Mezclarlas con una droga estimulante como la mefedrona puede generar efectos impredecibles y potencialmente mortales.

Por un lado, las benzodiacepinas pueden reducir la ansiedad y los efectos de agitación que causa la mefedrona, lo que podría llevar a una mayor ingesta de mefedrona en un intento por alcanzar el mismo nivel de euforia. Por otro, las benzodiacepinas pueden disminuir la capacidad del cuerpo para percibir los efectos tóxicos de la mefedrona, lo que aumenta el riesgo de sobredosis.

6. Mefedrona y MDMA

El MDMA (éxtasis) es otra sustancia que algunas personas consumen en combinación con la mefedrona. Ambas drogas son conocidas por sus efectos estimulantes y eufóricos. Sin embargo, esta combinación aumenta considerablemente la carga sobre el sistema cardiovascular, lo que puede causar un aumento significativo de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Además, tanto la mefedrona como el MDMA afectan la liberación de serotonina en el cerebro, lo que puede provocar un agotamiento de este neurotransmisor. La serotonina es crucial para el bienestar emocional, y su disminución puede resultar en depresión, irritabilidad y trastornos del estado de ánimo graves una vez que los efectos de las drogas desaparecen.

Graves peligros y consecuencias para la salud.

Las consecuencias para la salud al mezclar la mefedrona con otras sustancias son numerosas y pueden aparecer inmediatamente o desarrollarse con el tiempo. Principalmente, aumenta el riesgo de sobredosis, ya que la combinación de diferentes drogas puede amplificar sus efectos y dificultar que el usuario se dé cuenta de que está tomando una cantidad peligrosa de una sustancia.

Provoca problemas cardiovasculares: El consumo de múltiples drogas estimulantes puede provocar un aumento peligroso de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. También, si se mezcla la mefedrona con depresores,  del sistema nervioso central, como los opiáceos o las benzodiacepinas, puede llevar a una depresión respiratoria.

Pide ayuda en Intastur

La combinación de esta droga estimulante con otras sustancias puede desencadenar una serie de efectos adversos impredecibles y graves que afectan al sistema cardiovascular, el sistema nervioso central, y la salud mental de los usuarios. Es crucial que las personas comprendan los riesgos asociados con el consumo de mefedrona y otras sustancias, y que se abstengan de mezclarlas. Si padeces una adicción o conoces a alguien, no dudes en contactar con nosotros. Estamos aquí para ayudarte a tener una vida mejor. No estás solo, en Intastur te acompañamos hacia una vida estable y plena.

Compartir

0%
CONTIGO

Vive como te mereces. Rompe tus cadenas. Conócenos.

Pide una primera visita y te orientaremos gratuitamente.