La metanfetamina es una de las drogas más adictivas que existen. De hecho, su efecto adictivo es tan poderoso que se forma un hábito casi instantáneamente.
Lo que muy pocos saben, es que cada vez que se consume metanfetamina se pueden dañar los receptores claves en el cerebro. Esto provoca que los consumidores sean incapaces de sentir placer, a menos que utilicen metanfetamina. Des de Intastur os traemos un artículo para que entendáis el peligro de la metanfetamina.
Que es la metanfetamina
Esta sustancia es un potente psicoestimulante que presenta una estructura similar a la dopamina, un neurotransmisor generado por nuestro cuerpo. Aunque existen otros estimulantes como la cocaína o el MDMA que se consumen con gran frecuencia, sus efectos son muy distintos.
La metanfetamina pertenece a la familia fenetilaminas y al grupo de las anfetaminas. El origen de su sintetización se encuentra en Japón, en 1919, pero no apareció en Europa hasta 20 años más tarde. Parece ser que, durante la Segunda Guerra Mundial, el partido Nazi utilizaba la metanfetamina para estimular a sus tropas y, de esta manera, conseguir que se creyeran invencibles. El fármaco empleado por el ejército alemán recibía el nombre de “Pervin”.
Por otro lado, la metanfetamina es una de las drogas que más sufrimiento causa, y también está entre las que generan una adicción más intensa. Los efectos del abuso de esta sustancia pueden ser dramáticos, especialmente a nivel físico, pues es considerada una droga depredadora.
Como se consume
Es un polvo que se puede presentar como una píldora o una roca brillante (llamada cristal). El polvo se puede ingerir o inhalar por la nariz. También se puede mezclar con un líquido e inyectarse con una aguja. La metanfetamina cristal se fuma en una pequeña pipa de vidrio.
Efectos a corto plazo
- Pérdida del apetito
- Aumento del ritmo cardiaco, presión sanguínea y de la temperatura corporal
- Dilatación de las pupilas
- Hábitos de sueño trastornados
- Náuseas
- Comportamiento extraño errático y a veces violento
- Alucinaciones
- Hiperexcitabilidad
- Irritabilidad
- Pánico y psicosis
- Convulsiones, ataques y muerte por dosis altas.
Efectos a largo plazo
- Daño permanente a los vasos sanguíneos del corazón y del cerebro
- Daño renal, pulmonar y hepático. Destrucción de los tejidos de la nariz si se inhala
- Problemas respiratorios si se fuma
- Enfermedades infecciosas y abscesos si se inyecta
- Desnutrición, pérdida de peso
- Caries graves
- Desorientación, apatía, agotamiento acompañado de confusión
- Fuerte dependencia psicológica
- Psicosis
- Depresión
- Daño cerebral similar a la enfermedad Alzheimer, derrame cerebral, epilepsia
- Alta presión sanguínea que conduce a infartos y muerte.
Algo que no podemos dejar de mencionar es que todos los consumidores de METANFETAMINA tienden a impedir el “bajón” y por lo tanto tienen que consumir más y más, pero igual que otras drogas, cada viaje es menor que el anterior lo que impulsa al adicto a una espiral de adicción sombría y mortal.
Síntomas de adicción
Lo más grave de ser un adicto a la metanfetamina es que sus síntomas van más allá de lo psicológico. En otras palabras, la adicción a la metanfetamina provoca muchos efectos físicos negativos en quien la consume.
- Por un lado, es normal que se experimente pérdida de peso ya que esta droga inhibe los receptores de hambre en el cerebro.
- Además, la metanfetamina también priva del sueño a los consumidores. Esto se debe a que la estimulación constante reduce su necesidad de dormir.
- El adicto experimenta deshidratación y una temperatura corporal elevada.
- Igualmente es común que presente abscesos cutáneos provocados por inyectarse metanfetamina en la piel, en lugar de una vena.
- No solo eso, también existe un riesgo alto de que padezcan osteoporosis, por lo que sus dientes y huesos se pueden romper con facilidad.
Además, y como consecuencia de que la metanfetamina altera de forma radical la química del cerebro, esto también se traduce en una serie de cambios en el comportamiento.
Es decir, a menudo las personas que son adictas a la metanfetamina experimentan paranoia severa, alucinaciones, aislamiento social, así como un comportamiento altamente agresivo y cambios de humor repentinos.
Diferencia entre la Metanfetamina y otras drogas
Diferencias entre el cristal de metanfetamina y el de MDMA
Suele existir cierta confusión con esta droga, porque es posible encontrar cristal de MDMA y de metanfetamina. Aunque su aspecto es parecido, es necesario distinguir sus efectos. Si bien los efectos de la metanfetamina son estimulantes y eufóricos, los del MDMA son empatógenos, es decir, que inducen a la empatía, con unas consecuencias estimulantes menos marcadas.
Las dosis de estas sustancias también suelen variar: la dosis media de esta última droga es de 75-150 miligramos y la de la metanfetamina es de 12-30 miligramos. Equivocarse y tomar 75 gramos de metanfetamina puede provocar efectos muy serios, como la hiperestimulación, la agitación, nerviosismo, ansiedad y paranoia.
La metanfetamina produce un efecto de insomnio muy pronunciado que puede durar hasta un día, mientras que es posible acostarse y conciliar el sueño después de unas horas tras haberse acabado el efecto del MDMA. La metanfetamina, además, es mucho más adictiva que esta última droga.
Diferencias entre metanfetamina y cocaína
La metanfetamina libera grandes cantidades de dopamina en el cerebro y el sistema nervioso central, al igual que la cocaína y el éxtasis. Sin embargo, a diferencia de esas sustancias, la primera tiene un tiempo de liberación mucho mayor y sus efectos pueden durar de seis a 12 horas en una sola dosis.
Respecto a la cocaína, la metanfetamina presenta una serie de diferencias. Como se ha comentado, la metanfetamina es una droga estimulante, justamente igual que la cocaína. Sin embargo, esta última es, además, un analgésico local. La cocaína deriva de la planta y la metanfetamina es una droga de diseño. Aproximadamente, el cuerpo de una persona tarda 12 horas en eliminar el 50% de esta sustancia sintética; en cambio, para eliminar el mismo porcentaje de cocaína se necesita una hora. Ambas drogas pueden fumarse, pero la duración del efecto de la metanfetamina es mucho mayor.
Síndrome de abstinencia
Tras la interrupción del consumo de esta droga, el organismo comienza a sufrir los efectos de no consumir esta sustancia. Dichos efectos comienzan a ser visibles a las pocas horas o varios días de dejar de tomar la sustancia.
Este síndrome de abstinencia está caracterizado por la aparición de un humor disfórico además de fatiga, sueños desagradables o livianos, hipersomnia o insomnio, aumento del apetito y una capacidad motora agitada o ralentizada. Estos cambios fisiológicos no se presentan todos en general, sino que pueden darse solamente algunos de ellos.
Otro efecto adverso que puede provocar el síndrome de abstinencia es la dificultad para realizar las tareas cotidianas de la vida del adicto, como son dificultades en el entorno laboral o estudiantil, además de que las habilidades sociales se pueden ver de la misma forma afectadas, sumándole el deseo de volver a consumir la sustancia.
Estos síntomas que estamos tratando aparecen luego de un periodo de consumo intenso con dosis altas. Sumados a los ya citados pueden darse momentos de euforia o depresión (que pueden estar acompañados por pensamientos suicidas), teniendo el paciente picos muy distintos en su estado anímico.
Salir de la adicción
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