Las consecuencias del consumo de hachís a corto plazo podrían no ser extraordinariamente peligrosas, especialmente si se abandona el consumo a tiempo. El problema aparece cuando el consumo pasa a ser habitual, se reconozca o no.
¿Qué es el hachís?
El hachís es un conocido derivado del cannabis, que se obtiene a partir de la resina de las flores de esta planta, y suele consumirse fumado o vaporizado.
Estas resinas pegajosas contienen altos niveles de THC y son responsables de los efectos potencialmente embriagadores del hachís.
El THC es un ingrediente psicoactivo que puede conducir a una experiencia eufórica o problemática, en función de los niveles de tolerancia al THC de quien está consumiendo y también de otros factores.
Diferencia entre hachís y marihuana
La marihuana y el hachís son dos sustancias que se obtienen de la misma planta, el cannabis. Sin embargo, existen diferencias significativas entre ambas.
La principal diferencia entre la marihuana y el hachís la encontramos en su concentración de THC, el principal componente psicoactivo del cannabis.
Mientras que la marihuana se compone principalmente de las flores secas de la planta de cannabis que se consumen fumadas, el hachís se elabora a partir de la resina que se extrae de las hojas y flores de la planta.
Debido a que el hachís contiene una mayor concentración de THC que la marihuana, su efecto es más potente y duradero. Además, el hachís puede ser consumido de diferentes maneras, como fumado, vaporizado o ingerido, lo que lo hace más versátil que la marihuana.
En resumen, la marihuana y el hachís son dos formas diferentes de consumir cannabis.
Efectos del hachís en el cerebro
Los efectos psicoactivos del hachís son principalmente cerebrales y pueden producir una sensación de euforia intensa.
Sin embargo, también puede provocar una sensación de paranoia, psicosis y ansiedad en algunas personas, especialmente si se consume en grandes cantidades o si se tiene una predisposición a trastornos mentales.
Además de estos, el consumo de hachís tiene efectos a corto y largo plazo, que se muestran a continuación.
Efectos del hachís a corto plazo
Se muestran a continuación algunos de los efectos del consumo de hachís a corto plazo:
- Distorsiones sensoriales.
- Peor coordinación.
- Problemas gastrointestinales: náusea, vómitos y dolores en el estómago.
- Alteración respiratoria.
- Ansiedad, ataques de pánico y confusión.
- Pérdida de control.
- Depresión.
- Somnolencia extrema.
- Problemas de corazón y subida de la presión sanguínea.
- Mayores posibilidades de sufrir un accidente de tráfico, debido a pérdida de reflejos y de coordinación.
Efectos secundarios del hachís a largo plazo
Los efectos a largo plazo se dan cuando la persona consume de forma frecuente hachís, y cumple los criterios para ser diagnosticada de un trastorno por abuso de cannabis. Algunos de estos efectos son:
- Menor resistencia ante enfermedades comunes, como un simple resfriado u otros problemas respiratorios.
- Problemas de desarrollo durante la adolescencia.
- Problemas de disfunción sexual por una menor producción de testosterona
- Problemas emocionales, como apatía, desmotivación, tristeza y brotes de ira sin motivo aparente.
- Trastornos psicológicos: esquizofrenia, depresión o psicosis, por ejemplo.
- Alteraciones en el estado de ánimo: aumentan los cambios repentinos en el estado de ánimo del consumidor prolongado de hachís.
- Deterioro del área cognitiva: como fallos de memoria, problemas de aprendizaje, o dificultades en el pensamiento.
¿Crea adicción el hachís?
El cannabis y sus derivados son sustancias potencialmente adictivas. Por lo que, sí, el hachís crea adicción, ya que altera la química del cerebro.
Cuando el consumo pasa a ser habitual, puede provocar que el cuerpo se acostumbre a esta sustancia. Abandonar el consumo de forma abrupta ocasionaría lo que coloquialmente se llama mono o síndrome de abstinencia.
La persona puede sufrir problemas de control de ira cuando deja de consumir, haciendo que esté extremadamente irascible ante familiares o en el entorno laboral, y se pueden generar situaciones que impliquen un enfrentamiento con sus seres queridos o el despido de su puesto de trabajo.
¿Qué pasa si consumo hachís durante un tiempo prolongado?
A medida que se va prolongando el consumo de esta sustancia, se produce el proceso de tolerancia. A mayor tolerancia, más grave serán los síntomas que manifieste la persona adicta cuando decida abandonar el consumo de hachís.
Esto puede generar una situación que solo puede ir a peor si no se busca ayuda profesional, como un centro especializado en adicciones.
Algunos de los síntomas más comunes cuando se interrumpe el consumo de hachís son la irritabilidad y la ansiedad. También problemas de sueño, como el insomnio o las recurrentes pesadillas. Además, pueden parecer problemas de alimentación, como pérdida de apetito o lo contrario, comer en exceso.
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