Una droga demasiado habitual
El mundo de las drogas es un universo muy grande. A lo largo de los años se han ido descubriendo nuevas sustancias que, a pesar de que la mayoría fueron utilizadas en un principio con fines médicos, han acabado usándose con finalidades recreativas. Algunas de estas drogas han terminado por asociarse a ambientes de fiestas sobre todo durante los fines de semana. Es el caso del MDMA, una de las sustancias más consumidas en estos ambientes. También conocido como éxtasis, el MDMA actúa sobre el cerebro con efectos que, a largo plazo, pueden llegar a ser muy graves. ¿Qué es esta droga y qué síntomas produce?
¿Qué es el MDMA?
El MDMA es una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno. Produce un efecto energizante, distorsiona la percepción sensorial y temporal y hace que las experiencias sensoriales se disfruten con más intensidad. También puede aumentar la conciencia de uno mismo y la empatía. Esta sustancia fue descubierta en 1912 por Anton Köllisch pero no se popularizó hasta la década de 1970 cuando empezó a ser usada como droga recreativa y como fármaco en psicoterapia. Se calcula que unos 20 millones de personas consumen MDMA en todo el mundo al menos una vez cada año.
La palabra “éxtasis” se usa a menudo para referirse al MDMA en tabletas o cápsulas, que es la forma más común de consumir la droga. Se ha observado que muchas de estas tabletas no solo contienen MDMA, sino también varias otras drogas combinadas que pueden ser nocivas. Especialmente en la droga comprada en la calle se han encontrado adulterantes de todo tipo. Otra palabra asociada al consumo de esta sustancia es “Molly”, que hace referencia a su versión en forma de polvo cristalino, que generalmente se vende en polvo o en cápsulas. Hay personas que, por error, creen que la Molly no contiene los contaminantes que se encuentran con frecuencia en el éxtasis. Por eso, muchas de estas personas no saben lo que están consumiendo realmente con el riesgo añadido que esto supone para la salud.
Después de consumir MDMA, los efectos empiezan a sentirse a los 45 minutos. El punto máximo se alcanza entre quince y treinta minutos luego de que comiencen los efectos, y dura aproximadamente, unas tres horas. Aun así, los efectos secundarios pueden sentirse incluso hasta días más tarde. Generalmente, un consumidor toma una o dos tabletas cada vez. Éstas contienen entre 50 y 150 miligramos de la droga. Es habitual que la persona tome una segunda dosis de la droga cuando los efectos de la primera comienzan a desaparecer. Esto aumenta el riesgo de que aparezcan efectos secundarios adversos debido a la combinación de ambas dosis.
Efectos del MDMA en el organismo
El principal efecto del MDMA es sobre el cerebro ya que aumenta la actividad de como mínimo tres neurotransmisores: serotonina, dopamina y norepinefrina. Al igual que hacen otras anfetaminas, el MDMA aumenta la liberación de estos neurotransmisores y bloquea su reabsorción por lo que sus niveles se incrementan. A su vez, esta droga libera más serotonina y norepinefrina que dopamina. La serotonina es un neurotransmisor que cumple una función importante en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el dolor, el apetito y otros comportamientos. La liberación excesiva de serotonina que genera el MDMA provoca probablemente la estimulación del estado de ánimo que experimenta quien consume la droga. No obstante, al liberar grandes cantidades de este neurotransmisor, la droga hace que el cerebro quede significativamente privado de serotonina. Esto contribuye a potenciar los efectos psicológicos negativos que la persona puede experimentar durante varios días después de consumir MDMA.
Se han hecho varios estudios sobre los efectos que produce el consumo de esta droga en el organismo. Podemos distinguir entre efectos a corto y a largo plazo. Entre los que aparecen a corto plazo encontramos:
- Rigidez de los músculos o articulaciones
- Aumento elevado de la temperatura corporal
- Dolor de cabeza
- Convulsiones
- Deshidratación
- Sudores
- Pérdida del apetito
- Presión arterial alta
- Tensión involuntaria en las mandíbulas y rechinado involuntario de los dientes
- Náuseas
- Pensamientos ilógicos o desorganizados
- Escalofríos
- Piernas inquietas
- Ataques de pánico
- Desfallecimiento o mareos
- Pérdida del conocimiento
- Insuficiencia renal
- Inflamación del cerebro
Además de estos efectos que pueden aparecer después de un consumo puntual de MDMA, existen también una serie de efectos secundarios a largo plazo que pueden presentarse días, e incluso semanas después del consumo:
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Problemas para dormir
- Arritmia y lesiones cardíacas
- Dificultad para concentrarse
- Agresividad
- Impulsividad
- Pérdida del apetito
- Deterioro de la atención y la memoria
- Cardiopatías
- Depresión
- Disminución de la función cognitiva
Otros riesgos asociados al consumo de MDMA
Como decíamos al principio, el MDMA es una droga que habitualmente se toma en ambientes de fiesta y música, como en las discotecas. Por eso, el consumo de esta sustancia asociado a una actividad física prolongada como bailar, y a una temperatura ambiental alta, puede producir un aumento crítico de la temperatura corporal. Es lo que llamamos un golpe de calor que, en el peor de los casos, puede llegar a provocar la muerte. Además, el consumo repetido de MDMA incrementa el riesgo de paranoias, depresiones y ataques de pánico, sobre todo en personas con cierta predisposición psicológica o que están pasando una mala época. También puede quedar afectado el hígado y el corazón.
Por otro lado, varios estudios han demostrado que tomar MDMA está asociado con conductas sexuales de riesgo. Tanto los hombres como las mujeres que consumen tienen más probabilidades de llevar a cabo conductas de riesgo, como por ejemplo no usar preservativo. Los propios consumidores reconocen asumir más riesgos en este sentido después de tomar la droga, y también admiten tener menor percepción de peligro a la hora de contraer enfermedades de transmisión sexual.
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