El consumo de cannabis ha experimentado un aumento significativo en los últimos años, impulsado tanto por cambios legislativos como por una mayor aceptación social. A medida que el cannabis se convierte en una parte más integrada de la cultura contemporánea, surge la figura del consumidor pasivo: aquel que no consume cannabis directamente pero está expuesto al humo o vapor de la planta a través de otros. En el artículo de esta semana de Intastur, Centro de Tratamiento de Adicciones en Asturias, os informamos de los riesgos que puede tener ser un fumador pasivo de Cannabis.

¿Qué es el consumo pasivo de cannabis?

El consumo pasivo de cannabis se refiere a la inhalación involuntaria de humo o vapor de cannabis por parte de personas que no están consumiendo activamente la sustancia. Esto puede ocurrir en entornos compartidos, como fiestas, conciertos, o espacios públicos donde se permite fumar. La exposición puede ser a través del humo de la combustión o del vapor producido por dispositivos de vaporización.

¿Qué efectos tiene fumar cannabis de forma pasiva?

Resulta que no es tan inofensivo como podrías pensar. Este estudio de 2016 con animales de laboratorio mostró signos de deterioro pulmonar durante al menos 90 minutos. Lo más curioso fue que estos síntomas aparecieron con tan solo un minuto de exposición al humo de marihuana.

Luego está la cuestión del «subidón del fumador pasivo» o el «subidón por contagio». Según la investigación, todo depende de la situación.

Vamos a tomar como referencia este estudio de la Universidad Johns Hopkins de 2015. Se realizaron dos experimentos: en el primero había 12 participantes apiñados y cerrados durante una hora en una habitación pequeña y sin ventilación. Seis de ellos eran fumadores y los otros seis no.

El grupo de fumadores consumió diez «porros de alta potencia», con un contenido de THC de 11,3% (no demasiada potencia según lo habitual en el consumo recreativo). Los participantes que no fumaron de forma activa al final empezaron a notar una sensación de «buen rollo», pero también disminuyó su atención y se sintieron un poco más cansados.

En cambio, el segundo experimento se realizó en una habitación ventilada. En este caso, los no fumadores no sintieron los mismos efectos, excepto el «hambre». Pero el estudio se realizó sobre la hora de la comida, por lo que podría haber sido un factor influyente.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la posibilidad de un subidón por contagio tras la inhalación pasiva de humo de marihuana es posible. Sin embargo, para causar un deterioro menor, se debe inhalar “bajo condiciones extremas, sin ventilación”.

¿Se puede absorber el humo de marihuana a través de la piel o el pelo?

La respuesta rápida es sí, en ambos casos. Comencemos con la absorción del cabello que, según la investigación, puede resultar complejo. Este estudio, por ejemplo, llegó a la conclusión de que el pelo más oscuro absorbe más THC que el pelo más claro. Esto es algo que básicamente pone en desventaja a la gente morena y pelirroja a la hora de realizar un test de drogas en los folículos pilosos, en comparación con la gente rubia.

La explicación es que las personas de cabello oscuro tienen una mayor concentración de melanina. Al parecer, la melanina se aferra a las sustancias a un ritmo mucho mayor.

La absorción cutánea es bastante previsible, considerando la existencia de productos tópicos de marihuana. Los cannabinoides como el THC y el CBD son lipofílicos por naturaleza. Eso significa que se disuelven en grasas, facilitando su penetración en la piel. Sin embargo, presentan una biodisponibilidad menor, especialmente sin potenciadores de la absorción, y no llegan al torrente sanguíneo.

Riesgos para el consumidor pasivo

Aunque el consumidor pasivo no está consumiendo cannabis de forma activa, todavía puede estar expuesto a sus efectos secundarios. Algunos de los riesgos asociados con la exposición al humo o vapor de cannabis incluyen:

  1. Efectos psicoactivos: Aunque la exposición pasiva generalmente no produce efectos psicoactivos significativos, en entornos con alta concentración de humo, es posible experimentar algunos de los efectos típicos del cannabis, como relajación, euforia o paranoia.
  2. Problemas respiratorios: La exposición al humo de cannabis puede irritar las vías respiratorias y causar síntomas como tos, congestión nasal o dificultad para respirar.
  3. Exposición a sustancias tóxicas: Al igual que el humo del tabaco, el humo del cannabis contiene sustancias tóxicas y carcinógenas que pueden ser perjudiciales para la salud, incluso en pequeñas cantidades.

Consumo pasivo y niños

Los niños son especialmente vulnerables a los efectos del consumo pasivo de cannabis debido a su sistema respiratorio aún en desarrollo. La exposición regular al humo de cannabis en el hogar puede aumentar el riesgo de problemas respiratorios, trastornos del aprendizaje y otros efectos adversos en los niños.

Además, los niños pueden imitar comportamientos observados en adultos, lo que podría llevarlos a experimentar con cannabis a una edad temprana si ven que se consume de manera regular en su entorno.

En consecuencia, es recomendable mantener a los niños o personas que sufren de la salud alejados de estos ambientes por la cantidad de humo que se manifiesta y en caso de tener amistades con esta clase de hábitos, limitar el tiempo que pasas con ellos, ya que es la salud de tu cuerpo lo que puede estar en juego.

Cómo reducir la exposición al consumo pasivo

Para aquellos que desean reducir la exposición al consumo pasivo de cannabis, existen varias estrategias que pueden implementarse:

  1. Ambientes bien ventilados: Asegurarse de que los espacios compartidos estén bien ventilados puede ayudar a dispersar el humo o vapor de cannabis, reduciendo así la exposición.
  2. Establecer límites en el hogar: Si se consume cannabis en el hogar, es importante establecer áreas específicas para hacerlo y asegurarse de que los niños y otras personas no fumen en presencia de quienes prefieren evitar la exposición.
  3. Uso de dispositivos de vaporización: Los dispositivos de vaporización producen menos humo y olor que la combustión tradicional, lo que puede reducir la exposición al consumo pasivo de cannabis.
  4. Comunicación abierta: Hablar con familiares, amigos o compañeros de habitación sobre las preferencias y preocupaciones relacionadas con el consumo de cannabis puede ayudar a evitar situaciones incómodas o no deseadas.

Conclusión 

El consumo pasivo de cannabis es una realidad a la que muchos se enfrentan en la sociedad actual. Aunque la exposición involuntaria al humo o vapor de cannabis generalmente no causa efectos graves, es importante ser consciente de los riesgos asociados y tomar medidas para reducir la exposición, especialmente en entornos donde la salud y el bienestar de los más vulnerables, como los niños, están en juego.

Como sociedad, debemos promover un consumo responsable de cannabis, respetando los derechos y preferencias de aquellos que eligen no consumir la sustancia. Esto implica educar sobre los riesgos del consumo pasivo, fomentar ambientes seguros y respetuosos, y promover alternativas más saludables como la vaporización frente a la combustión.

En última instancia, se trata de encontrar un equilibrio que permita a quienes eligen consumir cannabis hacerlo de manera responsable, mientras se protege la salud y el bienestar de aquellos que optan por no hacerlo.

Centro de Tratamiento de Adicciones

En nuestro Centro de Tratamiento de Adicciones en Asturias, Intastur, creemos que siempre hay una salida para acabar con las adicciones. Deja de ser fumador pasivo y ayuda a las personas de tu alrededor a recuperar el control de su vida saliendo de la adicción. Nuestros profesionales adecuan el tratamiento a cada paciente para que se sientan acompañados en cada momento.

Ponte en contacto con nosotros si crees que necesitas ayuda para superar una adicción con o sin sustancia y recuperar el control de tu vida.

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