La marihuana afecta el cerebro
De todas las drogas que se consumen, una de las más populares sin duda es el cannabis. También llamada marihuana, esta droga ha sido vista muchas veces como inocua, sobre todo al compararla con el alcohol u otras drogas. Incluso está demostrado que su consumo controlado puede tener efectos beneficios para tratar algunas enfermedades. Sin embargo, también se ha probado que fumar de manera abusiva y durante un largo período tiene una serie de consecuencias negativas para el cerebro y la conducta en general. En este artículo veremos cuáles son estos efectos perjudiciales para entender los riesgos que entraña un consumo fuera de control.
¿Qué es la marihuana?
La marihuana es una de las formas en las que se consume el cannabis, a través de las hojas y tallos de la planta troceados y triturados. Esta sustancia tiene propiedades psicoactivas y hoy en día su consumo está ampliamente extendido a nivel mundial. Se utiliza principalmente para usos lúdicos y recreativos, e incluso está legalizada en algunos países bajo ciertas condiciones. Los efectos iniciales de esta droga son ligeramente estimulantes y euforizantes, para pasar a inducir estados de relajación física y mental. Entre otros efectos, disminuye el nivel de tensión y dolor, aumenta la sensación de hambre y reduce la capacidad motora.
Efectos a largo plazo del consumo de cannabis
Como decíamos en la introducción, son varios los estudios que han determinado que fumar marihuana de forma abusiva durante un tiempo prolongado puede afectar al organismo, especialmente al cerebro. Los estudios sobre los efectos del cannabis no han estado exentos de polémica y es que, antiguamente, los resultados de los mismos eran puestos en duda en muchas ocasiones. La realidad es que actualmente es difícil negar los riesgos que tiene esta droga para la salud. Eso sí, cuando lo hacemos hablamos de los casos en los que el consumo se realiza de manera frecuente durante mucho tiempo. Los efectos en cuestión dependen también en gran medida, de la edad y el momento del desarrollo cerebral en el que se inicia el consumo.
Veamos, pues, cuáles son estos efectos:
- Reducción del rendimiento y la capacidad de memoria
Sabemos con absoluta certeza que el consumo de marihuana produce a largo plazo problemas en diversos tipos de memoria. Un ejemplo de esto es una mayor dificultad para pasar a la memoria a largo plazo los contenidos de la memoria a corto plazo. Cuando hablamos de estos efectos en la memoria es importante recalcar que son especialmente incisivos en personas que consumen durante su proceso de desarrollo. Nos referimos a los adolescentes, a los que el cannabis puede provocarles modificaciones estructurales del encéfalo. En adultos ya formados que empiezan a consumir, sin embargo, esta disminución es menor.
- Disminución del córtex orbitofrontal
Fruto de varias investigaciones se ha demostrado que el uso continuado de marihuana provoca una clara reducción de la sustancia gris, especialmente en la corteza orbitofrontal. Esto implica a su vez una menor capacidad a largo plazo para realizar tareas que dependen de esta área. Por ejemplo, controlar los impulsos o planificar.
- Aumento de la conectividad neuronal
A pesar de lo dicho en el punto anterior, se ha visto que muchos consumidores habituales de cannabis tienen una conducta aparentemente normal después de muchos años fumando. Hay estudios que muestran que esto se debe a que, a pesar de la reducción de sustancia gris en el cerebro, la conectividad entre las neuronas restantes se ve incrementada. De este modo, la pérdida de sustancia gris se ve en cierto modo compensada.
Lo que esto significa es que, aunque en condiciones normales, el aumento de la conectividad de las neuronas sería una buena noticia, en este caso es debido a que muchas neuronas van muriendo. En consecuencia, las neuronas que quedan tienen que trabajar más. Se trata de un mecanismo del cerebro para intentar suplir la pérdida de grosor de la corteza. Además, este incremento de las conexiones es cada vez menor a medida que aumenta el tiempo de consumo.
- No crea nuevas neuronas en el hipocampo
Del cannabis se han dicho muchas cosas. Sobre todo, de sus supuestos efectos positivos. Entre estos, que promueve la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, región del cerebro que interviene en el procesamiento de los recuerdos. En este sentido, una de las aplicaciones medicinales del cannabis se basa en esto y el hecho de que permite disminuir la formación de proteína betaamiloide con el fin de contribuir a la lucha contra determinados trastornos que provocan una degeneración progresiva del hipocampo.
No obstante, investigaciones recientes han demostrado que esto ocurre en las ratas de laboratorio usadas para realizar experimentos, pero no en los seres humanos. En el caso de las personas, el nacimiento de nuevas neuronas en el hipocampo es prácticamente inexistente en adultos.
- Puede provocar brotes psicóticos
No pasa en todos los casos, pero según qué variante del cannabis puede facilitar la aparición de brotes psicóticos. Esto ocurre en personas con predisposición genética a ellos, especialmente cuando el consumo se inicia en la adolescencia. La razón de esto es que un consumo temprano dificulta la correcta maduración neuronal de la conexión entre prefrontal y sistema límbico. Esto contribuye a que aparezcan alucinaciones y se dificulta el control e inhibición conductual. En algunos casos, hasta puede generar esquizofrenia.
- Reducción del control de los impulsos
Fruto de la disminución de materia gris en la corteza frontal se ha observado una reducción en el control de los impulsos. La capacidad de inhibición de la conducta se vincula con partes concretas de ese lóbulo, que se encarga de contrarrestar el poder del sistema límbico, relacionado con las emociones y con la aparición de deseos.
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