La adicción es una enfermedad crónica que afecta tanto a quien la padece como a su entorno familiar. A menudo, es percibida como falta de voluntad o vicio, lo que aumenta el estigma y el sufrimiento de todos. La adicción no solo deteriora la salud y el bienestar del adicto, sino que también provoca una profunda angustia emocional y psicológica en sus seres queridos. Hablar de adicción significa hablar de coadicción, con sus características particulares.
Impacto de la adicción en el entorno familiar
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Impotencia
Es la emoción más común entre los familiares de un adicto. Sentir que son incapaces de ayudar a su ser querido. Sin entender cómo se llegó a la situación ni cómo pueden intervenir efectivamente. La sensación de querer ayudar y no poder hacerlo puede ser abrumadora, creando un vacío en la persona y cierta confusión por no saber de qué manera proseguir.
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Incertidumbre
La adicción trae consigo una gran incertidumbre. Las familias llegan a un punto donde no saben qué esperar del futuro, qué situación crítica puede surgir a continuación o cómo manejar los problemas diarios que la adicción genera. El día a día se ha vuelto impredecible. El estado de constante tensión acaba creando en el entorno familiar estrés y ansiedad continuos.
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Culpa
Otro sentimiento frecuente en una enfermedad como la adicción, los familiares a menudo se pregunte si de alguna manera contribuyeron a la situación actual. Se cuestionan qué hicieron mal y si podrían haber evitado la adicción de su ser querido con acciones diferentes a las llevadas a cabo hasta el momento. La culpa es ese sentimiento que se hace presente con fuerza y provoca distanciamiento entre los distintos miembros, muchas veces por no querer admitir la realidad y aceptar que hay cosas inevitables.
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Vergüenza
Un sentimiento asociado con el estigma social de la adicción. Aceptar que un ser querido es adicto puede resultar doloroso, especialmente porque la sociedad tiende a ver la adicción como un vicio. ¿Quién aceptará que alguien que quiere es un vicioso? Nadie. Por esa razón, equivocada, los familiares evitan hablar del problema, aislándose y perdiendo contacto con el adicto.
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Tristeza
Otro sentimiento inevitable. Ver cómo la adicción domina a un ser querido puede ser profundamente desgarrador. La tristeza se apodera de las familias, se encuentra presente y afecta a todos los aspectos de la vida familiar.

Cómo se siente el adicto
¿Qué sentimientos experimenta el adicto?
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Negación y autoengaño
Barreras importantes en la recuperación de la adicción y uno de los pilares que sustentan la enfermedad. El adicto puede minimizar, justificar o negar la gravedad de su problema, lo que dificulta la búsqueda de ayuda y el inicio del tratamiento. En consecuencia, es uno de los obstáculos más difíciles de superar. Hasta que no se acepta el problema de la dicción, la vía de salida se mantiene oculta.
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Victimismo
El adicto puede desarrollar una mentalidad victimista, culpando a circunstancias externas o a otras personas por su situación. Así se evita asumir la responsabilidad personal, que facilitaría el inicio de la recuperación. Además, este hecho se ve agravado por la existencia de la fase de negación, en la cual el adicto se aferra a cualquier excusa para explicar o justificar el punto al que ha llegado, negando su participación en el problema.
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Deseo hacia la droga
El deseo constante y compulsivo de consumir la sustancia o llevar a cabo la conducta adictiva es una característica central de la adicción. Este deseo, conocido como craving, domina los pensamientos y comportamientos del adicto, haciendo que sea extremadamente difícil resistir la tentación.
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Preocupación constante y ansiedad
Cuando se produce la dependencia de una sustancia o conducta adictiva, es inevitable pasar gran parte del tiempo pensando en ella, planificando cuándo y cómo la vas a obtener. Al final es algo que te gusta como te hace sentir, algo que deseas, por lo que desconectar de ella es una tarea que requiere un gran esfuerzo.
Consecuentemente, la adicción está muy relacionada con el estrés y la ansiedad. De hecho, es muy común encontrar tras el motivo que justifica la adicción el falso control de la ansiedad, puesto que las personas adictas creen que la sustancia o conducta les beneficia en este sentido. Es una creencia equivocada y tramposa, ya que realmente es lo contrario, agrava la situación. Pero es así como funciona el mecanismo de la adicción.
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Soledad y aislamiento social
La adicción a menudo conduce a la soledad y al aislamiento social. El adicto puede alejarse de amigos y familiares, lo que agrava aún más su situación y dificulta el acceso al apoyo necesario para la recuperación.
A partir del sentimiento de culpa y vergüenza que experimentan las familias, se empieza a perder contacto con el adicto, que se ve sumergido en un sentimiento de soledad y una situación de aislamiento total. En ese momento, su deseo hacia la droga aumenta aún más y la situación se vuelve tremendamente difícil de superar. Sin apoyos y sin la ayuda profesional, la recuperación por parte del adicto se torna impensable. Ya no tienen un objetivo por el que luchar contra la enfermedad.
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Irresponsabilidad
No todos los adictos carecen de responsabilidad y compromiso hacia su crecimiento personal o laboral. Sin embargo, la adicción acaba siempre siendo un obstáculo para perseguir metas y cumplir compromisos tanto en su vida profesional como personal, así como con las personas a su alrededor. Los adictos funcionales no existen, solo lo aparentan durante un tiempo, el problema siempre acaba por aparecer de la forma más virulenta e impensable.
Siempre hay una salida
Tanto el adicto como sus familiares deben saber que siempre hay una salida para esta lucha. Existen organizaciones, grupos de apoyo y profesionales de la salud dedicados a ayudar a las personas afectadas por la adicción, como es nuestro caso, con Intastur. Buscar ayuda y apoyo es un paso crucial hacia la recuperación y el bienestar de todos los afectados. Por lo que no dudes y contáctanos, porque la adicción es una enfermedad que, aun comportando graves problemas, impactos y afectaciones, siempre tiene salida, y nosotros sabemos mostrártela y conducirte hacia ella. ¡Déjanos ayudarte, recupera tu vida!