El sufrimiento causado por la cocaína
Es evidente que tomar drogas a la larga acaba provocando una serie de problemas muy graves para la salud y el entorno del adicto. La cocaína es una de las drogas más consumidas en el mundo y más destructivas para aquellos que la consumen. Pero las consecuencias negativas de sufrir una adicción a la cocaína no se quedan únicamente en los síntomas físicos o en el entorno. Uno de los efectos más duros de padecer una adicción es el síndrome de abstinencia. Y en el caso de la cocaína, este síndrome es especialmente agresivo. En el artículo de hoy veremos cómo afecta este síndrome y los efectos que produce en el organismo.
La cocaína, una droga muy adictiva
La cocaína es una droga estimulante y adictiva que se elabora con las hojas de la planta de coca, originaria de América del Sur. Esta sustancia aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que participa en el control del movimiento y la recompensa. El consumo de cocaína genera en la persona una momentánea sensación de euforia y felicidad extrema y un estado de alerta que aumenta la sensibilidad a los estímulos visuales y auditivos. Sin embargo, se trata también de una droga altamente adictiva, por lo que consumirla con frecuencia suele acabar desarrollando el llamado síndrome de abstinencia en el adicto.
¿Cómo es el síndrome de abstinencia de la cocaína?
El síndrome de abstinencia a la cocaína se caracteriza por la aparición de trastornos tanto físicos como psíquicos, que muchas veces llevan a la necesidad compulsiva de seguir consumiendo. Habitualmente, esta sintomatología se presenta cuando se interrumpe el consumo de la droga, mientras que la duración de los síntomas, dependerán de factores como la dosis, el tiempo de consumo y la presencia de cualquier condición preexistente al consumo. Se han hecho estudios en animales que demostrarían que el impulso por volver a consumir no disminuiría a medida que pasa el tiempo, sino que incluso va aumentando.
Básicamente, un uso prolongado de cocaína provoca que el cerebro se adapte al consumo y que bajen los niveles de dopamina. De este modo, la persona necesita aumentar cada vez más el consumo para obtener los mismos efectos de las primeras dosis, ya que su cerebro se ha habituado a la droga. Esta situación se da porque la cocaína ha afectado a los neurotransmisores y el cerebro ha experimentado cambios en su circuito, de forma que únicamente puede funcionar con normalidad si la cocaína está presente.
Síntomas del síndrome de abstinencia de la cocaína
Los efectos del síndrome de abstinencia aparecen una vez que el adicto abandona el hábito de consumir cocaína o tras pasar un tiempo determinado sin tomar ninguna dosis. Los síntomas suaves o moderados se pueden prolongar bastante, mientras que los síntomas agudos persisten normalmente hasta tres o cinco días después de la interrupción del consumo de cocaína puntual y de dos a tres semanas después de la interrupción del consumo de acción prolongada. Estos síntomas pueden ser varios entre los que encontramos:
- Ansiedad
- Alucinaciones
- Pesadillas
- Temblores
- Alteraciones sensoriales
- Agitación
- Anorexia
- Diarrea
- Insomnio
- Náuseas
- Taquicardia
- Ansia de consumo
- Sudoración excesiva
- Ataques de delirio
Síntomas como la ansiedad, irritabilidad y una inestabilidad emocional general pueden llegar a permanecer entre uno o dos años después de la interrupción del consumo de cocaína, y únicamente disminuyen gradualmente con el paso del tiempo. Además, la interrupción brusca del consumo de la droga en una persona que ha estado tomando dosis altas puede desembocar en ataques de delirio.
¿Cuánto dura el síndrome de abstinencia de la cocaína?
La duración de este síndrome depende de factores como las cantidades consumidas y el patrón de consumo del adicto. Según estudios realizados al respecto, existirían tres fases en el síndrome de abstinencia de la coca:
- Primera fase. Se caracteriza por ser una fase leve de abatimiento o crash. Su duración va de unas horas hasta cinco días. Durante esta fase, el paciente experimenta una sintomatología depresiva con debilidad, trastornos del sueño (somnolencia e insomnio), irritabilidad y un intenso deseo de consumir o craving. Este fuerte deseo se produce durante las primeras 24 horas y suele desaparecer entre el tercer y quinto día.
- Segunda fase o fase grave de abstinencia. La probabilidad de recaída en esta fase es muy alta. Al principio puede parecer que el paciente se tranquiliza ya que se normaliza el estado de animo y del sueño y disminuyen tanto la ansiedad como el deseo de consumir. Sin embargo, esto sólo dura unos días, tras los cuales aparecen síntomas diversos como irritabilidad, ansiedad y de nuevo el craving. Esta fase suele durar de una a diez semanas.
- Tercera fase. También llamada de extinción. Su duración es indeterminada y se caracteriza porque la sintomatología depresiva va desapareciendo, recuperándose el estado de ánimo normal. Aun así, el paciente puede sentir deseos de consumir cocaína ya sea por el recuerdo de la euforia que sentía al tomar la droga, o por los estímulos condicionados que se producían a su alrededor.
Existe tratamiento
Sin embargo, aunque haya concluido el periodo de abstinencia, el riesgo de recaída en la adicción sigue siendo alto. Por ese motivo, hay que estar alerta y reaccionar ante cualquier evidencia que pueda mostrar que ha habido una vuelta al consumo de la droga. En cualquier caso, el ingreso en un centro de tratamiento de adicciones es la mejor opción para luchar contra la adicción y sus síntomas.
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