Consumir alcohol de forma abusiva y prolongada en el tiempo puede acabar convirtiéndose en una adicción. Sin embargo, parar el consumo tiene muchas ventajas. Hacerlo traerá al consumidor multitud de beneficios tanto para su organismo como para su estado emocional.
El síndrome de alcoholismo fetal es una afección muy grave provocada por la exposición al alcohol durante la etapa de desarrollo fetal. Este trastorno tiene consecuencias físicas, mentales, conductuales y cognitivas en los bebés que lo padecen, ya que el alcohol consumido por la madre se transfiere al torrente sanguíneo del niño.
El MDMA es una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno. Produce un efecto energizante, distorsiona la percepción sensorial y temporal y hace que las experiencias sensoriales se disfruten con más intensidad. Sin embargo, su consumo también produce efectos secundarios muy perjudiciales para la salud.
El alcoholismo es una de las adicciones más estudiadas por los científicos. Sus características hacen que podamos clasificar a los consumidores en función del uso que hacen de esta sustancia. Por eso, son varios los estudios que se han propuesto catalogar los distintos tipos de bebedores.
La adicción a las compras, también llamada oniomanía es un trastorno de la conducta donde la persona afectada siente un deseo irrefrenable por comprar sin poder controlar el impulso. Compra de manera continuada, durante largos periodos de tiempo y sin ser capaz de ver el problema.