¿Qué es la adicción a los ansiolíticos?
Los ansiolíticos actúan directamente sobre el sistema nervioso central, bloqueando en su mayoría la acción de las sustancias químicas del sistema nervioso. Los ansiolíticos son fármacos que se utilizan para tratar los síntomas generados por la ansiedad, el insomnio y otros trastornos del estado de ánimo.
La adicción a los ansiolíticos es una enfermedad crónica que se caracteriza por la necesidad compulsiva de consumir este tipo de medicamentos, capaces de generar una adicción en un período muy corto de tiempo.
Muchas personas recurren a este tipo de fármacos para poder lograr una mayor estabilidad emocional y afrontar determinadas situaciones o problemas, lo que ha derivado en un continuo aumento del índice de adicción a los ansiolíticos, causando dependencia física y psicológica, especialmente si el tratamiento de larga duración se abandona de forma brusca. Sin embargo, tomar ansiolíticos no implica necesariamente que se desarrolle dependencia.
Según la última edición de la encuesta ESTUDES, publicada por el Ministerio de Sanidad en el año 2023, sobre las tendencias de consumo de drogas y otras adicciones entre los jóvenes de 14 y 18 años, un 19,6% de los adolescentes afirmaron haber tomado benzodiacepinas en algún momento de su vida. Además, la encuesta Edades, que también la realiza el Gobierno de España, afirma que casi un 10% de los españoles entre 15 y 64 años consume ansiolíticos regularmente.
¿Por qué se produce la adicción a los ansiolíticos?
La adicción a los ansiolíticos o cualquier fármaco que disminuya la excitación neuronal, está producida por una combinación de diversos factores, entre los que se encuentran algunos de los siguientes, como:
- Vulnerabilidad genética. Existen personas que presentan una mayor predisposición genética a desarrollar adicciones, que en algunos casos puede tratarse de adicción a los ansiolíticos.
- El abuso de los medicamentos. Un uso prolongado en el tiempo, o un exceso de ansiolíticos puede provocar una tolerancia al medicamento, lo que se traduce en la necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto. Esto finalmente puede conducir a una dependencia, que es la necesidad física de consumir cada vez mayores dosis del medicamento.
- Problemas de salud mental: aquellas personas que sufren ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático, o cualquier problema de salud mental, sufren un mayor riesgo de desarrollar una adicción a los ansiolíticos.
Señales que indican que se está desarrollando una adicción a las benzodiacepinas.
La adicción a las benzodiacepinas se detecta cuando aparecen entre otros al menos dos de estos síntomas a lo largo de un año:
- Fracasar en el intento al dejar de consumirlas, a pesar de que la persona quiera dejar de hacerlo.
- Sentimiento de deseo intenso de consumir benzodiacepinas.
- Desatender las responsabilidades laborales, escolares, familiares o personales a causa del consumo de benzodiacepinas.
- Consumir el medicamento con una frecuencia y una duración mayor de las que realmente se prescribió.
- Abandonar actividades sociales, personales y de ocio debido al consumo.
- Necesidad de aumentar cada vez más la dosis de medicamento.
- Manifestación de síntomas desagradables cuando la persona no puede consumir benzodiacepinas por algún motivo, es un ejemplo de síndrome de abstinencia.
En cualquier caso, si hay la sospecha de que se puede estar desarrollando una adicción a estos fármacos, hay que visitar un especialista para buscar una solución y encontrar la salida a la adicción. En Intastur te ayudamos y acompañamos en todas y cada una de las etapas del proceso.
Consecuencias a largo plazo
Los ansiolíticos pueden causar dependencia física y psicológica, especialmente si el tratamiento de larga duración se abandona de forma brusca.
Las consecuencias del consumo de estos fármacos pueden provocar numerosos efectos secundarios, tanto a nivel físico, como a nivel emocional, personal y laboral, que afecten a la salud de quienes lo consumen.
Estas consecuencias son, sobre todo, a largo plazo, por lo que depende más del tiempo que de la cantidad que se toma.
Algunas de las consecuencias a largo plazo de la dependencia y de la adicción a las benzodiacepinas pueden ser:
- Deterioro de la memoria, y como consecuencia imposibilidad de recordar nuevos conocimientos y aprendizajes.
- Efectos sobre el sueño de manera negativa, al alterar su estructura e inducir a un sueño fisiológico que no es completamente reparador.
- Incontinencia urinaria.
- Enlentecimiento y disfunción motora, provocando posibles caídas, sobre todo en personas mayores, y otro tipo de accidentes.
- Agresividad y recciones violentas, en caso de que el consumo de estos fármacos se produzca asociado al del alcohol.
Siempre hay solución, pide ayuda
Aunque cada caso de adicción debe estudiarse de manera individual, los pacientes adictos a medicamentos recetados como las benzodiacepinas no deben tratar de dejar dicha adicción por su cuenta.
Los síntomas de abstinencia de estos fármacos pueden ser graves, por lo que los pacientes que tienen esta dependencia, deben realizar un proceso de desintoxicación con supervisión médica dado que la dosis de consumo debe reducirse de manera gradual. Además, el apoyo psicológico profesional es muy importante en este proceso.
Si consideras que tú o alguien de tu entorno puede estar desarrollando una adicción a las benzodiacepinas, en Intastur encontrarás la ayuda. Podemos iniciar el tratamiento adecuado, y conseguir las herramientas necesarias para alcanzar una vida saludable.
Ponte en contacto con nosotros si necesitas ayuda para recuperar el control de tu vida. Con la ayuda necesaria, existe una solución para la adicción.