El termino ver pornografía se refiere a cualquier material literario, artístico, o cinematográfico que exhibe de manera explícita genitales y acciones sexuales, y que tiene como objetivo principal excitar al espectador de manera sexual.
Actualmente, la pornografía ha adquirido gran popularidad debido a la introducción de las nuevas tecnologías, y con ello el consumo de pornografía a nivel mundial.
Desde Intastur, Centro de Tratamiento de Adicciones situado en Asturias, vamos hablar sobre la Adicción al contenido adulto en adolescentes.
¿Cómo funciona el placer?
Cuando realizamos una actividad como saborear un alimento que nos gusta, escuchar un elogio de un amigo o percibir algo que nos excita sexualmente, el cerebro produce una sustancia química llamada dopamina, que es lo que hace que sintamos placer. Con la liberación de este neurotransmisor, el cerebro recibe mensajes para que deseemos repetir el comportamiento y liberar así más dopamina. Situaciones como comer, relacionarse con otras personas o reproducirse, son conductas que aumentan nuestras posibilidades de supervivencia como especie. Esta es una forma de recompensa, que produce que nuestro cerebro nos incite a realizar estas actividades.
Según las palabras de la psicóloga Teresa Terreros “cada vez estamos viendo más casos de jóvenes adictos al porno, en ocasiones llamada adicción sexual compulsiva o trastorno de la conducta sexual compulsiva”
¿Hay un perfil de adicto a la pornografía?
Aunque no se puede generalizar, el perfil del joven adicto a la pornografía tiene ragos caracteristicos y factores de riesgo que pueden favorecer esta adicción:
- Un contacto temprano con la pornografía.
- Libertad a la hora de consumir internet llegando a un uso excesivo.
- Aislamiento social que lleva estrés y soledad.
- Suelen ser personas con problemas emocionales como ansiedad, depresión o baja autoestima, que encuentran en la pornografía una forma de lidiar con estas emociones..
Es importante destacar que “no todos los jóvenes que consumen pornografía desarrollan una adicción, y el consumo ocasional de pornografía no es necesariamente perjudicial”.
Sin embargo, cuando el consumo se vuelve compulsivo y afecta negativamente la vida de una persona, “se considera una adicción y puede requerir ayuda profesional para superarla”.
Y, ¿cómo se puede afrontar esta situación?
La piscóloga, especializa en terapia cognitivo-conductual en niños adolescentes, apunta que “la educación sobre los riesgos asociados con la pornografía y la promoción de la educación sexual saludable son medidas importantes para abordar este problema entre los jóvenes”.
¿Cuándo el porno se convierte en una adicción?
Aunque en la mayoría de los casos la pornografía es un entretenimiento, otras veces puede convertirse en un hábito que genera dependencia.
El ver pornografia produce una descarga excesiva de dopamina y, por tanto, una sobreestimulación en el sistema de recompensa del cerebro. Este exceso de liberación de dopamina genera un mensaje para que repitamos la conducta y por tanto sigamos produciéndola. Se genera así la constante necesidad de sentir esta estimulación o lo que es lo mismo, una adicción. Este proceso es el mismo proceso que origina la adicción a las drogas o al alcohol. Está dentro de las denominadas “adicciones sin sustancia”.
Un consumo continuado de pornografía termina por alterar el funcionamiento del cerebro y su estructura generando más activación en algunas zonas, como en la amígdala, e incluso modificando el tamaño de algunas regiones cerebrales. Como en todas las adicciones, la sobreestimulación promueve un consumo más frecuente, y el acto sexual “natural” deja de ser tan placentero. Cuanta más pornografía se consume, más se reduce la actividad del centro de recompensa y más dopamina necesita generar el cerebro para sentir placer.
En la pornografia hay muchos desencadenantes que nos pueden generar la adicción. Un ejemplo puede ser la ansiedad. Cuando pasamos por un momento malo, como una ruptura, la pérdida de trabajo o el duelo por la pérdida de algún familiar, los individuos están más motivados a llenar el vacío emocional que sienten y no tienen recursos para manejar la situación, por lo que recurren a calmarse de alguna forma mediante este sistema de recompensa que explicábamos anteriormente y por tanto a “consumir” pornografía.
Hablamos de adicción, cuando aparecen las siguientes señales:
- Pérdida de control en el consumo de pornografía es un síntoma clave de la adicción. A pesar de los esfuerzos por reducir o detener el consumo, la persona sigue consumiendo pornografía de manera compulsiva.
- Deterioro en la vida cotidiana de tal manera que afecte negativamente la vida diaria de la persona. Puede descuidar sus responsabilidades laborales, académicas y sociales debido al consumo excesivo de pornografía.
- Tiempo dedicado muy elevado.
- Interferencia en las relaciones personales, incluyendo conflictos con la pareja o la familia, y una disminución del interés por las relaciones sexuales reales.
- Falta de conciencia del problema lo que les lleva a minimizar o negar la gravedad de su adicción, incluso cuando está afectando negativamente su vida.
¿Qué consecuencias tiene la adicción al porno?
Las consecuencias que pueden tener la adicción a la pornografía pueden ser “significativas y variar de una persona a otra” ya que afecta a todos los miembros de la sociedad, ya sean niños, adolescentes o adultos y tiene algunos efectos psicológicos y sociales negativos.
El consumo de pornografía en adultos se relaciona con los problemas familiares: el descenso de las relaciones sexuales en la pareja, la insatisfacción sexual y la infidelidad. También la autoestima puede verse afectada por el consumo prolongado de pornografía, pues el no tener las mismas actitudes o cualidades sexuales que los actores puede ser una decepción para el espectador.
Algunas de las posibles consecuencias negativas son:
- Disfunción sexual como problemas de disfunción eréctil, eyaculación precoz y dificultades para experimentar excitación o satisfacción sexual en situaciones reales.
- Aislamiento social lo que puede llevar a la pérdida de conexiones sociales importantes.
- Problemas emocionales como la ansiedad, la depresión, la culpa y la vergüenza.
- Impacto en la autoestima y en la percepción de la imagen corporal.
- Dificultades en algunas actividades importantes como el trabajo, el cuidado de familiares, salir con amigos, … lo que lleva a una situación de aislamiento social.
- Deterioro de las relaciones interpersonales, especialmente las relaciones de pareja, pueden verse afectadas negativamente por problemas como la falta de deseo sexual, lo que puede resultar en conflictos y distanciamiento emocional.
Síntomas y causas
La adicción a la pornografía “es un problema complejo” que tiene síntomas y causas. Respecto a la sintomatología, pueden aparecer los siguientes:
- Incapacidad para dejar de consumir pornografía
- Impulsos de ver pornografía
- Mantener en secreto el uso de la pornografía
- Sentimientos de culpa o vergüenza
- Pérdida de trabajo, círculo sociales y/o relaciones familiares
- Insatisfacción sexual
Las principales causas que convierten la pornografía en una adicción serían:
- El acceso fácil a la pornografía, la disponibilidad de material pornográfico en línea ha aumentado enormemente, lo que facilita el acceso y el consumo excesivo.
- El comienzo temprano, a menudo antes de que los niños estén emocionalmente preparados para entenderla, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar una adicción.
- Problemas emocionales subyacentes siendo la adiccion a la pornografía una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad, la depresión u otros problemas emocionales.
- Curiosidad natural sobre la sexualidad que puede llevar a algunas personas a consumir pornografía de manera excesiva.
- Educación sexual insuficiente o inadecuada, lo que puede llevar a los jóvenes a recurrir a la pornografía como fuente principal de información sobre la sexualidad.
- La cultura popular y la presión de grupo pueden influir en el consumo de pornografía entre los jóvenes, llevándolos a normalizar su consumo.
- La naturaleza adictiva de la pornografía debido a la liberación de dopamina en el cerebro, lo que puede crear una sensación de recompensa y llevar a la adicción en algunas personas.
- Modelos de rol distorsionados que presentan representaciones poco realistas de la sexualidad y las relaciones, lo que puede distorsionar las expectativas y las conductas sexuales de quienes la consumen.
Cómo tratar la adicción
Cuando ver pornografía se convierte en algo que no podemos dejar de hacer, y posponemos otras actividades u obligaciones, convirtiéndola en la actividad principal de tiempo libre, es necesario pedir ayuda a un profesional.
En Intastur, Centro de Tratamiento de Adicciones situado en Asturias, recibimos a menudo personas que sufren todo tipo de adicciones, con o sin sustancia y quieren dejar atrás ese estilo de vida y superar la adicción.